martes, 10 de junio de 2008

Aspectos ambientales

Si se quiere reducir el consumo de los recursos no-renovables y preservar el ambiente, es
necesario incorporar las energías renovables en el nivel urbano. La energía solar tiene como
ventajas, con respecto a otras fuentes, una elevada calidad energética, un impacto ambiental
prácticamente nulo y ser un recurso inagotable. El generar energía térmica sin que exista un
proceso de combustión supone, desde el punto de vista medioambiental, un procedimiento muy
favorable por ser limpio y no producir contaminación.
La instalación solar térmica para calentamiento de agua con un colector de aproximadamente
2 m para una familia de cuatro personas, evita, por año, la emisión de más de una tonelada de CO2 a la atmósfera y, además, no contribuye al efecto de calentamiento global, por no utilizar combustibles fósiles.
Por su parte, para la construcción de los sistemas solares térmicos hay que usar materiales de
cobre, aluminio, hierro, vidrio y aislantes que pueden producir efectos ambientales negativos durante su fabricación; sin embargo, todos esos procesos son mucho menos contaminantes y peligrosos que las fuentes energéticas “convencionales”, a saber, aquellas cuya base son combustibles fósiles.

Tomado de Manuales sobre energía renovable: Solar Térmica

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